Bodegueros dominicanos implicados en estafa de $2.750.000 a programa de alimentos de EEUU
NUEVA YORK._ Dos comerciantes dominicanos identificados como Junior Tineo y Edwin Vargas, propietarios de sendas bodegas, fueron implicados en una estafa de $2.750.000 millones de dólares al Programa de Alimentos Suplementarios (SNAP del gobierno de Estados Unidos, y acusados junto a otros siete sospechosos en la Corte Suprema Estatal de Manhattan, anunció la oficina del fiscal del distrito Cyrus R. Vance.
El expediente dice que los nueve comerciantes, fueron parte de una conspiración para robarle la millonaria suma a los más necesitados, que son beneficiarios de SNAP a través de la Administración de Recursos Humanos de Nueva York (HRA) que recibe los fondos del Departamento de Agricultura del gobierno federal de Estados Unidos (USDA).
Los demás acusados son Menwer Amín, Talaj Juda, Samir Joudeh, Anwar Hajeh, Noufa Al Hajeh y la compañía registrada con el nombre de “MN Suzan Foods Corporation”, quienes enfrentan cargos de gran hurto en primer grado, lavado de dinero en segundo grado, conspiración en cuarto grado y otros delitos graves relacionados con la supuesta estafa y robo.
La acusación fue hecha después de una investigación conjunta de dos años y medios hecha por la Oficina del Fiscal del Distrito de Manhattan, el Departamento de Agricultura (USDA) Oficina del Inspector General, la Administración de Recursos Humanos de Nueva York (HRA), la policía de Nueva York, y la Policía Estatal de Nueva York.
El expediente sostiene que en el transcurso de aproximadamente cinco años, los acusados participaron a sabiendas en un plan para robar los fondos del USDA que fueron destinados para pagar los productos alimenticios para los participantes de bajos ingresos del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria con fondos federales (SNAP), el cual es administrado localmente por la HRA en nombre del USDA.
"En este caso, una sola tienda en el Este de Harlem es acusada de robar más de $ 2.7 millones de dólares en el transcurso de cinco años, y el envío de $100.000 dólares de esos supuestos productos del delito a Jordania, sin declarar su propósito o el pago de los impuestos”, dijo el fiscal Vance.
Añadió que “el robo de beneficios públicos es una afrenta a estos programas críticos, así como las personas que son beneficiarias de los mismos y necesitan ayuda por ser pobres”.
La acusación alega que Tineo era el dueño de la bodega “Taino Deli”, que operaba bajo el nombre corporativo de “Guanina Deli Store” en el 2383 la Segunda Avenida entre las lsa calles 122 y 123 Este en Harlem, y era administrada por su hijastro, Junior Vargas.
La fiscalía dijo que en el 2005, después de aplicar y recibir la autorización del USDA, Tineo obtuvo una máquina de Transferencia Electrónica de Beneficios (EBT) con el fin de procesar los pagos y servicios de SNAP a los clientes que habían sido recibidos tarjetas EBT.
La investigación reveló, que entre octubre del 2010 hasta diciembre del 2012, Tineo y Vargas robaron aproximadamente $649.000 dólares de los fondos del USDA, reclamando los reembolsos por los beneficios de SNAP a los que no tenían derecho.
En lugar de cumplir con las reglas del programa SNAP, los acusados, en algunos casos, cobraban el importe total de la tarjeta EBT de un cliente, y entregaban un porcentaje de dinero en efectivo a los portadores de las tarjetas, quedándose con un porcentaje para ellos.
Los acusados cobraban $100 a la tarjeta EBT por los artículos aprobados en el programa SNAP, pero en lugar de dar al beneficiario los alimentos por el total, les entregaban $70 en efectivo, y se quedaban con los restantes $30 para ellos como “ganancia”.
En muchos casos los acusados vendían alcohol, cigarrillos, cervezas y otros artículos al por menor no autorizados a los clientes y luego falseaban las cuentas.
A finales del 2012, Tineo y Vargas fueron contactados por Amín, un inmigrante de Jordania que había regresado recientemente a los Estados Unidos, para ofertarles la compra de la bodega.
Amín, Juda y Samir, Wael y Joudeh, compraron la bodega por $250.000 en efectivo con la condición de que los nuevos propietarios continuaran participando en el fraude y acordaron con Tineo y Vargas para que siguieran trabajando en la bodega como empleados e instructores y pudieran enseñarles como ejecutar la estafa.
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